

El Futuro está en sus manos
Esta semana he leÃdo un artÃculo de un profesor de Yale, William Deresiewik que me ha dejado una sabor muy amargo. Este profesor de...
17 jun 20202 Min. de lectura
La sociedad de hoy en día está demandando urgentemente un cambio en los modelos de enseñanza y aprendizaje de las escuelas. Un cambio que emerge del alumnado tan heterogéneo que tenemos en las aulas, cada uno con sus capacidades y sus diferencias, cada uno único e irrepetible.
El sistema educativo tiene que ir avanzando hacia la obtención de una cierta lógica de los métodos de enseñanza. Se persigue una “lógica de la heterogeneidad”, enfoque que ha demostrado ser la base para alcanzar los principios de la Escuela Inclusiva (participación, presencia y progreso).
Estas dinámicas están diseñadas para reconocer, tanto en nosotros como en los demás, las emociones básicas: alegría, tristeza, ira, miedo y sorpresa.
Esta competencia es un primer contacto con el mundo emocional.
Para ello, proponemos educar sobre la naturaleza de nuestras emociones, qué papel adaptativo desempeñan, cuál es la función y finalidad de cada emoción, sus orígenes y las consecuencias biológicas en nuestro organismo.
Buscamos explorar el constructo cognitivo que tenemos sobre nosotros, nuestras capacidades y rasgos, conformantes de nuestra identidad.
En la infancia, las experiencias emocionales son especialmente significativas para la construcción del ser.
El autoconcepto es trascendental sobre la autoestima. El desarrollo del autoconcepto y autoestima tendrá un fuerte impacto en la salud emocional.
Se trata de la capacidad de gestionar nuestras emociones adaptando nuestra respuesta para que sea ajustada y proporcionada a la situación presente.
Es trascendental saber reinterpretar las vivencias subjetivas y ampliar nuestro abanico de herramientas para gestionar la conducta.
En este sentido, la salud emocional de una persona no se entiende por estar siempre feliz, sino por saber expresar todas sus emociones de una forma adecuada
Existe un gran consenso científico que enfatiza la necesidad de educar la socialización del educando en esta pronta etapa del neurodesarrollo caracterizada por la plasticidad cerebral, siendo este aprendizaje social extremadamente influyente en las habilidades sociales que ese niño tenga en la adultez.
No olvidemos, que esta vinculación e interacción afectivo-social con otras personas es inherente a la naturaleza humana y vital para el correcto desarrollo de una persona.
Ofrece recursos que ayudan a organizar una vida sana y equilibranda, superando las posibles insatisfacciones o frustraciones que presentará la vida de ese niño.
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En este sentido, potenciar esta habilidad de "saber vivir con uno mismo" de una forma sana, es formar personas preparadas para afrontar los cambios y las transiciones que deberán asumir a lo largo de la vida, persiguiendo la autonomía como competencia y valor intrínseco.
Aristóteles​
"Educar la mente sin educar el corazón, no es educar en absoluto."
Este proyecto está enfocado a aquellos maestros que deseen realizar un cambio en sus aulas, reconociendo que cada uno tiene derecho a educarse en un ambiente diverso y dentro de un proceso inclusivo, siendo la educación emocional una herramienta que ayudará a establecer actuaciones que inciden en los diferentes agentes que participan en el proceso enseñanza - aprendizaje, consiguiendo una mayor regulación, enriqueciendo las relaciones y generando un mejor proceso de aprendizaje del alumnado, favoreciendo a toda la comunidad educativa.
Nuestro proyecto se compone de un programa de educación emocional que, mediante dinámicas y actividades, fomenta cinco competencias emocionales que se reconocen eficaces para trabajar y potenciar la inteligencia emocional.
La educación es aquello que queda cuando has olvidado lo aprendido en el colegio
/ Albert Einstein
1.Desarrollar herramientas de gestión interpersonal que faciliten un espacio de valoración y respeto entre alumnos y maestros, a través de la adquisición de las competencias emocionales necesarias.
2. Crear un clima de empatía y cooperación de grupo con el foco en la inclusión.
3. Generar implicación y cooperación entre el colegio y las familias.